El servicio de conserjería de Villa Finder se encarga de las experiencias de los huéspedes. Programamos los traslados al aeropuerto, masajes en la villa, fiestas y mucho más. Al igual que un asistente de viaje personal, te ayudamos en todo lo que necesites desde el momento en que realizas la reserva, sin coste adicional.
Marigot, una encantadora ciudad costera enclavada en la isla caribeña de San Bartolomé, es famosa por sus magníficas playas, sus aguas cristalinas y un ambiente tranquilo que atrae a los viajeros que buscan escapar del ajetreo y el bullicio de la vida urbana. En este paraíso tropical se esconde Villa Isla, un lujoso refugio que cuenta con cinco espaciosas habitaciones, perfectas para alojar hasta diez huéspedes. Situada en la ladera de una colina, Villa Isla ofrece a sus huéspedes unas vistas panorámicas del mar Caribe y de la exuberante vegetación que cubre la isla. Al acercarse a la villa, su elegante diseño arquitectónico se funde a la perfección con la belleza natural que la rodea, dejando una impresión duradera.
La entrada principal conduce a un nivel inferior que contiene cuatro dormitorios, cada uno de ellos equipado con camas king-size europeas, un patio privado y cuartos de baño privados. La suite principal, situada en el nivel superior junto a la sala de estar común, incluye un amplio vestidor, un baño privado y acceso a un solárium compartido con piscina climatizada. Cada uno de los cinco dormitorios de esta propiedad dispone de aire acondicionado y una gran variedad de instalaciones de ocio.
Al salir al exterior, la amplia terraza es un paraíso tropical, con una magnífica piscina climatizada. Aquí podrá disfrutar de un baño revitalizante o relajarse en una de las acogedoras tumbonas, tomando el sol caribeño. Al caer la noche, la terraza se transforma en un escenario ideal para comer al aire libre, con una barbacoa y asientos de exterior, que le permitirán deleitarse con una deliciosa comida bajo el cielo estrellado.
Dentro de la villa, una abundancia de luz y espacio le da la bienvenida. La sala de estar de concepto abierto está bañada en luz natural, gracias a sus ventanas del suelo al techo que enmarcan las impresionantes vistas de la bahía de Marigot. La decoración, cuidadosamente seleccionada, combina muebles contemporáneos con elementos tradicionales caribeños para crear un ambiente elegante y acogedor. Adornado con suelos de mármol y techos altos, el interior transmite una sensación de amplitud y opulencia.La cocina, una delicia para los entusiastas de la cocina, cuenta con electrodomésticos de gama alta y un amplio espacio en el mostrador. El comedor ofrece un entorno ideal para disfrutar de deliciosas comidas con los seres queridos, todo ello rodeado de la belleza natural del entorno.
En Villa Isla, los huéspedes pueden esperar un servicio de primera clase proporcionado por el personal de la villa. Además de una copa de champán de bienvenida a su llegada, hay servicio de limpieza todos los días excepto los festivos y domingos. Nuestro equipo local de conserjería estará a su disposición durante toda su estancia, listo para ayudarle con diversas necesidades, como alquiler de coches, asistencia en el aeropuerto, alquiler de barcos u organizar un chef privado, para que su estancia sea mágica y sin esfuerzo.
Marigot es una joya preciada de la isla de San Bartolomé, que agrada a los visitantes con su pintoresco puerto deportivo, sus encantadoras tiendas boutique y una gran variedad de los establecimientos gastronómicos más excepcionales de la isla. Esta ciudad costera encarna la esencia de la vida isleña, ofreciendo una mezcla única de relajación y riqueza cultural.
Enclavada en este vibrante entorno, Villa Isla goza de una ubicación privilegiada, lo que le sitúa muy cerca de estos atractivos lugares de interés. Tendrá tiempo libre para explorar el encantador puerto deportivo, disfrutar de una terapia de compras en las tiendas boutique y saborear la mejor cocina de la isla a su propio ritmo. Este cómodo acceso a la oferta cultural y culinaria de Marigot garantiza que su estancia en Villa Isla no sólo sea lujosa sino también culturalmente enriquecedora, permitiéndole sumergirse plenamente en la experiencia local.